Un café de Oderzo, en la provincia de Treviso, al norte de Italia, generó una gran controversia al cobrar un recargo de 10 céntimos de euro por cortar un croissant en dos.
Todo empezó cuando una mujer solicitó que le partieran el croissant para compartirlo con su madre, que la acompañaba. Al leer el ticket descubrió que le habían sumado 0,10 euros adicionales por este simple hecho.
De inmediato compartió una fotografía de su ticket en redes sociales, y a las pocas horas, la publicación se había hecho viral con miles de comentarios. “No es por el costo, es por el principio”, expresó mostrando su enojo.
Los internautas reaccionaron criticando severamente el establecimiento comercial. “Tienes que odiar a tus clientes para cobrarles 10 centavos por cortar un croissant”, dijo una persona.
Otra persona que conoce el café agregó: “Cappuccino horrible y encima te cobran por cortar la medialuna, nunca más, qué berreta”.
Desde el medio Corriere del Veneto añaden que las reseñas negativas se multiplicaron y el local gastronómico recibió numerosas valoraciones de una estrella. «Nuestra media en Google ha bajado de 4,5 a 3,5, pero confiamos en que se recuperará con tiempo y dedicación», dijo el dueño de la pastelería, Massimiliano Viotto, en declaraciones al citado medio.
El corte requiere el uso de platos y servilletas adicionales y la necesidad de cubrir ambos lados por igual, se defendió Viotto.