Las autoridades panameñas han tomado medidas para fortalecer la seguridad en la frontera con Colombia, con la instalación de alambre de púas y serpentinas en al menos 4,7 kilómetros de la zona limítrofe. Esta medida incluye la identificación de cinco puntos utilizados por el crimen organizado para movilizar migrantes a través de la selva del Darién.
Según Jorge Gobea, director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), esta medida tiene como objetivo canalizar el flujo migratorio de manera segura, concentrando las capacidades para garantizar la protección de los migrantes en su travesía por áreas inhóspitas.
Gobea destacó la peligrosidad de las rutas por el Darién, advirtiendo sobre los riesgos que enfrentan los migrantes en este territorio.
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El Ministerio de Seguridad Pública ha difundido imágenes de uniformados colocando las cercas en la frontera, junto a un monolito que marca la división entre ambos países.
Estas acciones buscan también debilitar la estructura del crimen organizado y rescatar a migrantes en manos de traficantes.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, se ha comprometido a controlar el paso de migrantes que ingresan desde Colombia, mientras que el mandatario colombiano, Gustavo Petro, ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias humanitarias de estas medidas.
En 2023, más de 500.000 personas cruzaron el Darién, enfrentando peligros tanto naturales como criminales en su camino hacia Norteamérica.
