Washington D.C..- A partir del primer minuto de este miércoles, Estados Unidos puso en marcha oficialmente la implementación de aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, marcando el inicio de una nueva fase en la guerra comercial del país con sus principales socios comerciales.
El presidente Donald Trump, defensor de una política económica nacionalista bajo el lema «Estados Unidos primero», había anunciado en febrero la decisión de gravar estos metales y sus derivados sin excepciones, afectando incluso a aliados tradicionales como Canadá y México, quienes son parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).
Canadá se verá significativamente afectado por estos aranceles, ya que representa aproximadamente el 50% de las importaciones de aluminio y el 20% de las de acero hacia Estados Unidos, según la consultora EY-Parthenon.
En cuanto al aluminio, otros países como los Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Baréin y China, que constituyen entre el 3% y el 6% de las importaciones estadounidenses, también enfrentarán consecuencias significativas debido a los nuevos aranceles.
Asimismo, Brasil, India, Argentina y México, aunque abastecen en menor medida el mercado, podrían experimentar interrupciones en la cadena de suministro, ya que los compradores deberán ajustar sus estrategias de abastecimiento en respuesta a los aumentos de costos.