WASHINGTON D.C. – La recientemente aprobada «One Big Beautiful Bill Act», impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no solo incluye recortes fiscales, políticas de seguridad fronteriza y reformas sanitarias, sino que también introduce una «tasa de integridad» adicional para la emisión de visas. Aunque la fecha exacta de su implementación y los detalles de su aplicación aún no han sido revelados, esta nueva tarifa incrementará el costo para millones de solicitantes.
Según el texto normativo aprobado por el Senado, esta «tarifa de integridad» ascenderá a US$250 para el año fiscal 2025 (o la cantidad que el Secretario de Seguridad Nacional determine). Esto significa que, además de los aranceles vigentes para las visas, se añadirá este nuevo cargo a cualquier extranjero al que se le emita una visa de no inmigrante.
Por el momento, los sitios oficiales de las embajadas de Estados Unidos continúan mostrando solo los costos actuales de las visas, sin reflejar aún este nuevo gravamen. Sin embargo, una vez que entre en vigor, la «tasa de integridad» será un cargo obligatorio para quienes busquen acceder a Estados Unidos bajo cualquier categoría de visa de no inmigrante.
Condiciones para un Posible Reembolso
La ley aprobada establece que los solicitantes que paguen la tarifa de integridad podrán solicitar un reembolso al concluir la vigencia de su visa, siempre y cuando cumplan con ciertas condiciones, como:
No haber trabajado sin autorización en EE. UU. durante el periodo de la visa.
Haber cumplido con los periodos de estancia autorizados o haber salido del país con un máximo de cinco días de retraso.
Haber obtenido una extensión de estancia o la residencia permanente.
Además, el costo de la tarifa de integridad se ajustará anualmente según la inflación. Es importante recordar que el pago del trámite de la visa no garantiza su aprobación y, en caso de ser denegada por el Departamento de Estado, el dinero no será reembolsado.