El Concejo Metropolitano de Nashville aprobó por unanimidad una resolución que reconoce formalmente al racismo como una crisis de salud pública en la ciudad y el condado de Davidson. Esta decisión reafirma el compromiso de la ciudad de abordar las profundas desigualdades raciales que afectan la salud de sus habitantes.
La concejal Kyontzé Toombs fue una de las principales impulsoras de esta iniciativa. Al presentar la resolución, Toombs destacó la alarmante disparidad en las tasas de mortalidad materna, señalando que las mujeres de color tienen el doble de probabilidades de morir durante el parto en comparación con las mujeres blancas.
Este hecho, junto con otras inequidades sistémicas en el sistema de salud, evidencia la necesidad urgente de abordar el racismo como un determinante social de la salud.
Con esta resolución, el Consejo Metropolitano se compromete a tomar medidas concretas para desmantelar el racismo y reducir las disparidades de salud. Entre las acciones propuestas se encuentran: fortalecer las asociaciones con organizaciones comunitarias, utilizar datos para guiar las decisiones políticas, defender políticas públicas equitativas, invertir en el desarrollo de la fuerza laboral en el sector de la salud y promover la colaboración para lograr un cambio sistémico.
Es importante destacar que esta no es la primera vez que el Consejo Metropolitano de Nashville reconoce la gravedad del racismo como problema de salud pública. En 2020, se aprobó una resolución similar que sentó las bases para esta nueva iniciativa. Sin embargo, la resolución actual representa un paso adelante al detallar acciones específicas y compromisos concretos para abordar esta crisis.
Al aprobar esta resolución, Nashville se une a un creciente número de ciudades y estados en todo el país que reconocen el racismo como un problema de salud pública y toman medidas para combatirlo.