Crumbs, conocido como el gato más gordo del mundo, murió el pasado sábado en Perm, Rusia, tras sufrir complicaciones de salud.
Según una publicación de The New York Post, el felino, que llegó a pesar casi 18 kilogramos, murió en un centro veterinario donde intentaban reducir su peso para mejorar su salud.
En el citado medio se agrega que los veterinarios del centro veterinario creen que las capas de grasa del gato eran tan profundas que los escáneres no lograron mostrar que tenía tumores cancerosos desarrollados en el bazo y otros órganos internos.
Esta mascota, llamada originalmente Kroshik en ruso, que significa “migaja”, dejó una profunda impresión en quienes lo conocieron y siguieron su historia en redes sociales. Su caso recuerda la importancia de un control de peso adecuado para evitar enfermedades.