Aunque ya los estragos de la pandemia del Covid 19 se han matizado, algunas personas siguen sufriendo las terribles consecuencias que dejó la enfermedad.
Tal es el caso de Tracey Thompson, una mujer canadiense de 55 años que busca acceder a la eutanasia debido a las secuelas que está padeciendo a raíz de contagiarse con el virus en el año 2020.
Según se ha dado a conocer en Daily Mail, la mujer permanece tan fatigada y adolorida que debió dejar de trabajar a causa de su contagio, y por si fuera poco, también debe pasar 22 horas al día en cama. Incluso, ha postergado ciertos gustos de su diario vivir al no sentirse en condiciones de disfrutarlos.
Thompson no es capaz de escuchar música, leer o ver películas porque mentalmente se siente tan nublada ya que «no puede procesar la información».
Por estas secuelas, Thompson mantiene la esperanza de acceder a un programa de muerte asistida en Canadá. «Mi calidad de vida con esta enfermedad es casi inexistente, no es una buena vida (…) «yo no hago nada. Es dolorosamente aburrido. Es profundamente aislante», dijo al medio citado.