Los enfrentamientos comenzaron sobre las 16h45 GMT, es decir, 45 minutos antes del encuentro de la 12ª jornada de la Bundesliga que se disputó en el Deutsche Bank Park, con capacidad para 51.000 espectadores.
Un grupo de aficionados locales se enfrentó primero a los agentes de seguridad privada que querían proceder a un control en el acceso al estadio por donde habitualmente entras los ultras.
Hinchas radicales que ya habían entrado al estadio, salieron rápidamente para tomar parte en los enfrentamientos.
Al intervenir la policía, los agentes fueron objeto de lanzamiento de proyectiles, barras de hierro y botellas, y productos pirotécnicos.
Como consecuencia de estos hechos, el partido comenzó con la grada habitualmente reservada a los ultras casi vacía.
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