Con 63 puntos entre Luka Doncic y Kyrie Irving, los Dallas Mavericks vencieron el miércoles 108-105 en la cancha de los Minnesota Timberwolves en el partido inaugural de la Final de la Conferencia Oeste de la NBA.
Doncic, que anotó 15 de sus 33 puntos en el último cuarto, decidió un partido desarrollado en extrema igualdad en Minneapolis, en el que ningún equipo tuvo ventajas de dobles dígitos.
«Tuvimos que trabajar muy duro para llevarnos esta (victoria). Pero es sólo una, nos faltan tres más», recalcó el base esloveno tras el juego.
La conexión entre Doncic e Irving, una de las mejores duplas ofensivas de la NBA, acabó desmantelando a la mejor defensa de la liga.
El experimentado Irving dominó la primera mitad con 24 puntos, de un total personal de 30, para marcar el tono de unos Mavericks que persiguen sus primeras Finales desde 2011.
Tras el juego, Irving reconoció que unas recientes declaraciones de Anthony Edwards, la joven figura de Minnesota, lo impulsaron a iniciar el juego con una mayor agresividad.
«Lo usé como motivación. Estaba sentado en casa y le vi decir que iba a pararme», explicó. «Pero esa es una mentalidad sin miedo y es lo que me gusta de él».
Los Timberwolves, que compiten en su primera Final de conferencia en una década, se resintieron de una gris noche tanto de Edwards como de su otra referencia ofensiva, el dominicano-estadounidense Karl-Anthony Towns.
Edwards, la gran sensación de estos playoffs a sus 22 años, se quedó en 19 puntos (6-16 en tiros de campo) y Towns en 16 (6-20), mientras el alero Jaden McDaniels siguió en estado de gracia con 24 y seis triples.
Los Timberwolves, tercer sembrado de la conferencia, perdieron así la ventaja de campo frente a los Mavericks, quinto, pero en estos playoffs han demostrado que se sienten mucho más cómodos fuera de casa, como demostraron el domingo al eliminar a domicilio a los campeones Denver Nuggets.
Minnesota, que hospedará el segundo choque el viernes, ha ganado cinco de los seis juegos disputados hasta ahora lejos del Target Center.
El vencedor de esta serie enfrentará por el anillo a los Indiana Pacers o los Boston Celtics, que el martes se apuntaron el primer triunfo en la Final del Este.
– Cambio de roles –
Kyrie Irving fue el gran protagonista de la primera mitad en Minneapolis. El controvertido base, que en estos playoffs promediaba apenas 6 puntos en los dos primeros cuartos, llegó esta vez a 24 con una casi infalible serie de 11-14 en tiros de campo.
Figura clave en el anillo de los Cavaliers de LeBron James en 2016, Irving tomó el mando de los Mavericks desde el principio como jugador más experimentado a estas alturas de la postemporada.
«Empezó muy fuerte. Sin él, posiblemente iríamos 20 abajo al descanso», reconoció Doncic. «Yo le ayudé en la segunda parte. Esta vez nos cambiamos los roles».
De la mano de su pareja estelar, el ataque de Dallas fluía en Minneapolis pero los Timberwolves no se quedaban atrás.
Jaden McDaniels, el gran arma secreta que se guardaba Minnesota para estos playoffs, se fue al vestuario con 19 puntos convirtiendo 5 de sus 6 triples.
La efectividad que luce últimamente el espigado alero compensó el flojo arranque de Edwards y Towns.
El juego se fue al descanso con sólo tres puntos de separación para los Timberwolves (62-59) y siguió avanzando en igualdad incluso después de un parcial en el último cuarto de 13-0 de Dallas, con siete puntos seguidos de Doncic.
Edwards apareció por primera vez en el juego para frenar la hemorragia y la recta final derivó en un emocionante intercambio de canastas en el que se impuso el talento de las estrellas de los Mavericks.
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