Washington DC.- El secretario de Estado, Marco Rubio, reveló este martes un plan ambicioso para llevar a cabo una reestructuración significativa del Departamento de Estado, con el fin de reducir la burocracia y modernizar su funcionamiento.
De acuerdo al comunicado, esta iniciativa incluirá la eliminación de aproximadamente 700 puestos de trabajo y el cierre de más de 130 oficinas en la sede central en Washington.
Para Rubio, esta medida responde a la necesidad de ajustar la estructura del Departamento a los intereses nacionales y de controlar los gastos operativos, que, en sus propias palabras, han aumentado desmesuradamente en los últimos 15 años.
“Los costos se han disparado sin que los contribuyentes hayan visto una diplomacia más efectiva o eficiente”, afirmó en un comunicado oficial.
La reestructuración forma parte de la estrategia de austeridad del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por el empresario Elon Musk. El presidente Donald Trump le encomendó a Musk la tarea de reducir drásticamente el gasto público de la Administración federal, un objetivo que ahora se refleja en este severo rediseño institucional.
Rubio destacó que los cambios no solo se centran en recortes de personal, sino también en el fortalecimiento del Departamento a través de la eliminación de programas y oficinas que considera redundantes o no alineados con las prioridades estratégicas de Estados Unidos. Entre las áreas afectadas se encuentran oficinas dedicadas al análisis de crímenes de guerra y conflictos mundiales.
La semana pasada, el secretario de Estado ordenó el cierre del Centro de Participación Global, cuya misión era combatir la desinformación difundida por países como Rusia, China e Irán. A su vez, el Gobierno Federal disolvió la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, trasladando sus funciones al propio Departamento de Estado.