CIUDAD DE MÉXICO – Miles de personas marcharon este jueves para conmemorar el 57 aniversario de la matanza estudiantil de 1968, en una movilización que se vio empañada por actos vandálicos y enfrentamientos. Los contingentes de estudiantes, maestros y organizaciones marcharon desde Tlatelolco hasta el Zócalo, donde el Palacio Nacional estaba protegido con vallas metálicas.
Disturbios y Denuncias de Agresiones
De acuerdo con el gobierno capitalino, policías fueron víctimas de actos vandálicos y agresiones por parte de un grupo de alrededor de 350 personas con los rostros cubiertos. Al menos 94 elementos fueron llevados a hospitales; 3 se reportan graves.
Se reportaron pintas, flamazos y lanzamiento de piedras contra la policía. La tensión se elevó en el Zócalo, donde los encapuchados vandalizaron la puerta del Centro Joyero.
El secretario de Gobierno de la CDMX, César Cravioto, calificó los disturbios como una «gran provocación» para incitar a la policía y deslegitimar al gobierno. Cravioto afirmó que la «gran mayoría» de los más de 10,000 asistentes marcharon pacíficamente, mientras que los actos violentos fueron obra de «provocadores».

Policía y Víctimas
El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Pablo Vázquez, detalló que el operativo de contención escaló a 1,500 elementos tras los primeros disturbios. Vázquez reconoció que hubo lesionados entre civiles y policías, pero no dio cifras ni nombres de los manifestantes heridos.
La SSC informó que 94 policías fueron trasladados a distintos hospitales para su atención especializada. La mayoría podrían ser dados de alta en las próximas horas y solo tres de ellos se reportan delicados y requerirán mayores cuidados

A pesar de las declaraciones oficiales, se documentaron agresiones de la SSC contra manifestantes y periodistas, así como el uso de gas lacrimógeno. Karen, una estudiante de la UNAM, relató haber sido agredida por un policía cuando intentaba ayudar a un joven herido.
Las autoridades capitalinas insistieron en que no hubo represión y que su actuación se apegó a protocolos de contención. No obstante, las denuncias de agresión contra manifestantes y comunicadores quedaron sin reconocimiento oficial.