Fayetteville, Carolina del Norte – La policía de Fayetteville ha arrestado a una mujer de 63 años, Avantae Deven, acusada de asesinar y descuartizar a sus dos hijos adoptivos. Los cuerpos de los menores, Blake y London, fueron encontrados en un incinerador, lo que desató una investigación que reveló la terrible realidad que vivían estos niños.
Según las investigaciones, Deven sometió a Blake y London a un cruel abuso durante años, privándolos de sus derechos básicos y sometiéndolos a violencia física. Se cree que los asesinó y luego los desmembró para ocultar su crimen. Los restos de Blake, de entre 15 y 19 años, y London, de entre 7 y 10 años, fueron hallados en abril de 2024.
Los niños adoptados por Deven vivían en una habitación pequeña y oscura, encerrados y aislados del mundo exterior. Sufrían constantes golpizas y privación de alimentos, a menos que «la ganaran» escribiendo cientos de párrafos de disculpas por su «mal comportamiento». Algunos de los niños fueron golpeados hasta necesitar atención médica, que solo se les brindaba con «remedios naturales» como miel.
Blake fue visto por última vez en 2012, pero Deven no denunció su desaparición hasta 2024, afirmando que lo había visto por última vez en 2022 antes de que se fuera a un retiro budista. London desapareció en 2019, pero Deven nunca reportó su ausencia. La autopsia determinó que ambos niños murieron de «inanición y abandono».
Otra hija adoptiva de Deven describió un ambiente de abuso constante, donde eran golpeados por «robar comida para sobrevivir». Deven enfrenta cargos por asesinato en primer grado, encubrimiento de homicidio, secuestro y delito grave de abuso infantil.
El caso se encuentra en curso y Deven se encuentra bajo arresto. Las autoridades continúan investigando los detalles de este terrible crimen.