Tras un fracaso estrepitoso, los congresistas republicanos someterán a votación por segunda vez este martes si se lleva a juicio político al ministro de inmigración de Joe Biden por la crisis en la frontera con México, un tema clave para las presidenciales en Estados Unidos.
Los conservadores llevan meses culpando al secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, de las entradas récords de migrantes, muchos de ellos latinoamericanos.
Denuncian una «invasión» y el «caos» de una «política de puertas abiertas»: solo en diciembre los migrantes o solicitantes de asilo han sido interceptados 302.000 veces en la frontera con México.
El núcleo más conservador actúa al compás del dictado del expresidente Donald Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana para los comicios de noviembre, que amenaza con una deportación masiva de migrantes si regresa a la Casa Blanca.
La semana pasada intentaron inculparlo votando dos artículos que lo acusan de no hacer cumplir la ley y de haber violado la confianza pública.
Lo habían anunciado a bombo y platillo pero fue en vano. Un puñado de conservadores votó en contra, además de todos los demócratas como era previsible.
La diferencia la marcó la llegada del congresista demócrata Al Green en silla de ruedas desde el hospital para apoyar a Mayorkas.
Este martes se espera que otro enfermo incline la balanza, pero esta vez en favor de un juicio político. Y es que está previsto que regrese el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, tras someterse a un tratamiento contra el cáncer.
Hay otro elemento que puede influir en el desenlace: una tormenta invernal que amenaza con anular vuelos en el noreste del país.
– «Artimaña» –
Los conservadores solo se pueden permitir perder tres votos en sus filas para una inculpación política (conocida en inglés como impeachment).
De ser adoptada, sería la primera vez en 150 años que se abriría un juicio político a un alto cargo de un gabinete. Solo ocurrió en 1876 con el Secretario de Guerra William Belknap.
El proceso se desarrolla en dos etapas.
En primer lugar, la Cámara de Representantes vota, por mayoría simple, los artículos de acusación. Es lo que volverán a hacer en la tarde de este martes.
Si lo inculpan, el Senado, la cámara alta del Congreso controlada por los demócratas, lo someterá a juicio. Necesita una mayoría de dos tercios para condenarlo, en cuyo caso la destitución es automática y sin recurso.
De lo contrario, Alejandro Mayorkas será absuelto.
La apertura de un juicio político genera polémica.
El congresista Ken Buck, uno de los tres republicanos que votaron en contra la semana pasada, calificó la medida de «artimaña».
En una carta abierta 25 expertos legales lo consideran «completamente injustificado».
En un memorando el Departamento de Seguridad Nacional denunció este martes «un juego político» de republicanos que se quejan de la situación en la frontera pero bloquearon en el Senado un acuerdo migratorio bipartidista con más restricciones que ellos mismos habían pedido. Demasiado laxo, dicen los conservadores más radicales.
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