Tegucigalpa, Honduras.- Tras una dura experiencia migratoria que lo obligó a abandonar Estados Unidos, el joven hondureño Emerson Colindres ha logrado convertir la adversidad en oportunidad.
El pasado 16 de agosto, Colindres debutó como jugador profesional en la segunda división del fútbol hondureño, defendiendo los colores del club AFFI Academia.
A sus 19 años, Colindres vivió un giro radical en su vida. Criado en Ohio desde los ocho años, fue detenido en mayo por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) mientras acudía a una cita en las oficinas migratorias de Cincinnati. A pesar de no tener antecedentes penales, fue deportado en junio, luego de que su solicitud de asilo —presentada junto a su madre, Ada Baquedano, en 2023— fuera rechazada.
Su regreso a Honduras no apagó su sueño. Poco más de tres meses después, Colindres pisó el campo como profesional en el encuentro entre AFFI Academia y Pirata, donde su equipo cayó 2-1. Sin embargo, su desempeño dejó una grata impresión. El entrenador Emilio Umanzor lo elogió en declaraciones a Univisión: “Es un joven con grandísimas condiciones deportivas, y aún mejores cualidades personales. Estamos conociéndolo y dándole seguimiento”.
Antes de su deportación, Colindres destacaba como jugador en el equipo de fútbol de la secundaria Gilbert Dater, en Hamilton. Su expulsión generó una ola de indignación en la comunidad local, donde compañeros, docentes y entrenadores organizaron protestas frente a las oficinas de ICE, exigiendo su permanencia en el país.
El caso de Colindres ha reavivado el debate sobre las políticas migratorias en Estados Unidos. Aunque la administración de Joe Biden había suspendido temporalmente su proceso de deportación, este fue reactivado bajo el mandato del presidente Donald Trump.Hoy, desde Honduras, Emerson Colindres continúa persiguiendo su sueño con determinación, demostrando que incluso en medio de la adversidad, el talento y la perseverancia pueden abrir nuevas puertas.