MÉXICO.- Entre gritos de ”dictador” y “es un honor estar con Obrador”, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la ceremonia por la repatriación y memoria de Catarino Garza, en Tamaulipas.
Aunque el mandatario evitó hacer comentarios directos sobre los reclamos de quienes se han identificado como trabajadores del Poder Judicial, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller dijo al inicio de su discurso: “Para dictadores Porfirio Díaz, es el guion de esta película”.
Ante la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el mandatario federal habló de historia y dijo que en tiempos de revolución, “era una prensa muy libre, que educaba al ciudadano”.
Expuso que a Garza “en el asalto del cuartel de Bocas del Toro lo asesinan y lo entierran en fosa común. Tuvimos la suerte –y me refiero a la investigación, no al fallecimiento de este gran dirigente que respeto y admiro mucho- de que el comandante de la partida militar del bloque conservador de Colombia era un hombre de letras y al año de la toma del cuartel hace un ensayo, escribe (…) relata los hechos y pone a Catarino en el sitio que le correspondía”.
Añadió: “Mi libro se llama ‘Catarino Garza, ¿revolucionario o bandido?’ y el que se encarga de decir que Catarino no era un bandido lo dice con claridad (…) no es el bandido que decían los americanos, es un revolucionario que merece mucho respeto”.
López Obrador decidió que su administración dedicara tiempo, dinero y recursos humanos para el hallazgo y confirmación de los restos de Catarino Garza.
“Ahora encontramos los restos de Catarino agradezco mucho al fiscal Alejandro Gertz Manero (quien también acudió al evento) que nos ayudó en todas las actividades, agradezco a los historiadores.
Agradezco mucho a la familia de Catarino Garza porque nos ayudaron y agradezco a todos los que participaron en la investigación, muchas gracias. Agradezco al escultor, es uno de los mejores, no uno de los mejores, el mejor escultor de México, Pedro Reyes, por este monumento este homenaje”.
Al pedir que se entonaran los corridos dedicados al revolucionario, incluyó su percepción sobre una parte de los opositores a su gobierno, al mismo tiempo que se seguían escuchando las protestas de personas afuera de donde se llevó a cabo el evento.
“Los corridos dicen muchas cosas sobre la realidad, a veces se quiere cambiar la historia, unos historiadores precisamente neoliberales, no historiadores, seudo intelectuales orgánicos del régimen neoporfirista, ya querían cambiar la historia y que Siete Leguas no era caballo sino yegua y saben pues ahí sí no pudieron porque con el corrido no se puede”.
También recomendó escuchar una composición de los Tigres del Norte “que dice en una frase: yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó, y como son mejores los corridos que los discursos vamos a escuchar los corridos de Catarino”.