Lautaro Martínez empezó la final de la Copa América 2024 el domingo en Miami desde el banco de suplentes. Pero fue él quien liberó a Argentina al anotar el único gol contra Colombia, en el minuto 112, cuando el partido parecía dirigirse a la tanda de penales.
El delantero, máximo anotador de la competición con cinco dianas, recibió un lujo de pase en profundidad de Giovani Lo Celso para batir a Camilo Vargas con un disparo cruzado.
Lo hizo como mejor sabe, con un buen desmarque y un remate lleno de sangre fría.
Un gol histórico que encumbra a un hombre que, paradójicamente, está acostumbrado a ser suplente bajo las órdenes de su seleccionador.
Una vez más Lionel Scaloni había vuelto a preferir a Julián Álvarez como titular. Una situación habitual desde que el delantero del Manchester City le arrebató el puesto en el Mundial de Catar-2022.
Pero el ‘Toro’ demostró que no estaba dispuesto a rendirse. En la final de Miami entró a la cancha al inicio de la prórroga y supo esperar su momento para convertirse en el héroe de los argentinos.
El colofón de un gran torneo por su parte, en el que tuvo una actitud irreprochable y nunca le faltaron ganas ni calidad.
– Un torneo intachable –
Contra Canadá, en el encuentro inaugural, marcó el segundo tanto de la Albiceleste tras llevar apenas 12 minutos en el campo.
Volvió a marcar frente a Chile para poner el 1-0 definitivo y sumó un doblete contra Perú (2-0) en el tercer partido de la fase de grupos.
Sus buenas actuaciones lo hicieron volver al 11 titular contra Ecuador en cuartos, aunque Scaloni volvió a sentarlo en el banquillo contra Canadá en semifinales.
Pese a todo, el ‘Toro’ ha sabido gestionar en selección un estatus distinto del que goza en el Inter de Milán, donde lleva seis temporadas.
El delantero es el capitán y ariete indiscutible de los ‘nerazzurri’, con los que ha ganado dos ligas, dos copas de Italia y tres Supercopas italianas. Un recorrido exitoso al que ha contribuido con 129 goles y 43 asistencias en 282 partidos.
Con sus cinco goles el ‘Toro’, de 26 años, ha ido mostrando el abanico completo de un ariete: oportuno, fino y explosivo.
Pase lo que pase, nadie olvidará al atacante que le permitió a Argentina llevarse la simbólica Triple Corona, como se conoce al hecho de ganar dos títulos continentales con un Mundial entre ambos.
Scaloni puede darle las gracias a su suplente de lujo, que sin duda no dejará de luchar por la titularidad. Toda una bendición para los aficionados argentinos.
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