¿Y si durante este largo adiós llegase el regalo con el que sueñan los aficionados del PSG desde hace una década? Autor de un doblete contra el FC Barcelona (4-1), Kylian Mbappé permitió a su equipo alcanzar las semifinales de Champions, escribiendo un poco más de historia con los parisinos.
La suya con el club parece que tendrá al menos una página más y que no podía terminarse tan pronto en Barcelona.
«Sueño con ganar la Liga de Campeones con el París Saint-Germain, esta es una etapa más superada contra un gran equipo (…) Ahora nos toca a nosotros e intentaremos ir a Wembley», advirtió el atacante en zona mixta el martes, desde los pasillos del estadio Olímpico de Montjuic pero con la cabeza puesta ya en la sede de la final.
Discreto durante 60 minutos, como lo fue durante el partido de ida (derrota 3-2), Mbappé anotó un doblete (61 de penal, 89) para eliminar al Barça. Estos fueron su séptimo y octavo gol en esta edición de la Champions, y celebró el segundo de ellos a los pies de la tribuna en la que se encontraban cerca de 3.000 ultras parisinos.
Con 48 goles, Mbappé es ahora el décimo máximo goleador de la historia de la Liga de Campeones, igualado con Zlatan Ibrahimovic y Andriy Shevchenko. Seis de los tantos del francés fueron anotados contra el Barça.
«Mi orgullo por jugar para este club, representar al club de la capital de mi país, es algo especial para mí tras haber crecido aquí, así que por supuesto vivir noches como esta siendo jugador del PSG es enorme», continuó el capitán de la selección francesa, que anunció en febrero a la dirección del PSG su salida al término de la temporada.
En este último año después de siete pasados en el PSG, Mbappé todavía puede lograr el triplete Ligue 1, Copa de Francia y Champions, pero todavía hay un obstáculo en su camino a la final: el Borussia Dortmund, equipo al que el PSG ya logró vencer en fase de grupos esta temporada.
– «Líder indiscutible» –
E incluso si la relación con su entrenador Luis Enrique y con la dirección del club se ha tensado desde el anuncio de su salida, el jugador de 25 años nunca ha parecido estar tan cerca de cumplir su gran sueño, compartido con los propietarios cataríes QSI: ganar la Liga de Campeones con el PSG… y posicionarse como favorito en la carrera por el Balón de Oro.
Los abrazos con Luis Enrique y Nasser Al Khelaifi al final del partido sobre el césped de Montjuic, imágenes extrañas en los últimos tiempos, no deben pasarse por alto.
El martes, Mbappé sabía que las miradas estaban puestas en él, tras una ida sin protagonismo. Necesitó una hora para acallar las críticas, cumpliendo con su promesa de no esconderse durante ese importante partido.
Defendido a capa y espada por su entrenador a lo largo de la última semana, fue «el líder indiscutible, ha dado ejemplo y cuando Kylian Mbappé logra eso, somos mejores», insistió Luis Enrique.
Y sin embargo el entrenador ha asumido un riesgo con la superestrella francesa privándola de minutos de juego desde que anunció su marcha a los dirigentes.
Luego de una conversación entre jugador y entrenador en un entrenamiento a principios de marzo, la relación parecía de nuevo cordial entre Mbappé y Luis Enrique. A finales de mes la relación volvió a tensarse, luego de que el jugador fuera sustituido contra el Marsella, un partido decepcionante del jugador pero que el propio Mbappé había señalado como importante.
Pese a esa supuesta bajada de nivel, el jugador contribuyó notablemente a eliminar al FC Barcelona, máximo rival del Real Madrid, su posible próximo equipo.
Al ser preguntado el martes por un periodista español si la victoria contra el FC Barcelona podría hacerle «cambiar de opinión» sobre su decisión de abandonar el club a final de temporada, Mbappé respondió «no». Hasta entonces, parece decidido a alargar el placer hasta el final.
ali/lh/ole/dam/dr
© Agence France-Presse