WASHINGTON, D.C. — El gobierno de Estados Unidos anunció este viernes que no reabrirá la frontera para las exportaciones de ganado, caballos y bisontes provenientes de México hasta que la plaga del gusano barrenador retroceda hacia el sur.
Esta decisión forma parte de un nuevo plan de contención binacional, según declaraciones de la secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, a Associated Press.
Para combatir la plaga, Washington destinará unos $100 millones de dólares en tecnologías de detección como trampas y cebos para moscas. Además, se intensificarán los patrullajes fronterizos con «jinetes de garrapatas» a caballo y perros entrenados para detectar el parásito.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. expresó su preocupación ante la posibilidad de que la mosca llegue a Texas. El comunicado señala que esto podría causar pérdidas económicas significativas a los productores locales y tener un impacto negativo en la inflación.
La cooperación con México ha sido definida como un paso crucial para contener el brote. En respuesta, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México informó que ambos países firmaron el Plan de Acción de Aphis-Senasica, un acuerdo para controlar el parásito.
Este plan contempla medidas como la regionalización del territorio mexicano, un protocolo para la importación segura de ganado sano por vía marítima, y una estrategia de monitoreo con trampas. También establece que el movimiento de ganado dentro de México solo podrá realizarse entre corrales certificados por el Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria).
En los últimos ocho meses, Estados Unidos ha cerrado su frontera a las importaciones de ganado mexicano en tres ocasiones debido a esta plaga. La última vez fue en julio, tras una infestación detectada a unos 595 kilómetros de la frontera con Texas.
