KERR COUNTY, Texas – Una catastrófica inundación repentina asoló la región de Hill Country en Texas en la madrugada del viernes 5 de julio, cobrando la vida de al menos 79 personas y dejando decenas de desaparecidos. El río Guadalupe, desatado por una intensa tormenta, experimentó una subida de 26 pies en tan solo 45 minutos, arrasando con el Camp Mystic, un campamento cristiano donde más de 750 personas dormían. El campamento quedó completamente destruido, con casas, árboles y vehículos arrastrados por la fuerza del agua.
Las autoridades han confirmado 79 fallecidos hasta el momento en la zona centro de Texas. En el condado de Kerr, uno de los más afectados, el alguacil Larry Leitha Jr. reportó 68 decesos (40 adultos y 28 niños), con 18 adultos y 10 niños aún sin identificar. A estas cifras se suman 11 muertes en otros condados cercanos.
En medio de la devastación, el heroísmo brilló gracias a dos jóvenes mexicanas, Silvana Garza Valdez y María Paula Zárate, ambas de 19 años. Como monitoras en Camp Mystic, lograron salvar a cerca de 20 niñas que quedaron atrapadas por el agua. En la oscuridad y bajo el estruendo de la tormenta, que hacía temblar los vidrios con cada trueno, las jóvenes guiaron a las pequeñas a cabañas más seguras, lejos del río, actuando por cuenta propia ante la imposibilidad de comunicarse con las autoridades. Su valentía permitió que muchas de las niñas fueran evacuadas y reunidas con sus familias.
Los equipos de emergencia continúan la búsqueda de diez niñas y una monitora desaparecidas del Camp Mystic. El gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó el domingo que el total de desaparecidos por las inundaciones asciende a 41.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha emitido una alerta de vigilancia por inundaciones hasta las 7:00 p.m. hora local, previendo acumulaciones adicionales de 5 a 10 centímetros de lluvia, con zonas aisladas que podrían recibir hasta 25 centímetros.
Desde el viernes, equipos de rescate y voluntarios han trabajado incansablemente a pie, con perros, botes, vehículos todoterreno y helicópteros. Nim Kidd, jefe de la División de Manejo de Emergencia de Texas, anunció el inicio de las labores de «recuperación», incluyendo la limpieza de escombros y la reapertura de carreteras.
En respuesta a la magnitud del desastre, el presidente de EE. UU., Donald Trump, firmó el domingo una declaración de emergencia por desastre natural para Texas, activando la Agencia Federal de Manejo de Emergencia (FEMA) para brindar asistencia a la zona.