Los excursionistas que deseen subir a la cima del monte Fuji este verano tendrán que pagar una entrada de 4.000 yenes (27 dólares, 24 euros), el doble de lo que se pagaba el año pasado, anunciaron este lunes las autoridades locales.
El año pasado, la prefectura de Yamanashi, donde se encuentra el monte Fuji, estableció una tarifa de 2.000 yenes (13,5 dólares) y un cupo diario de 4.000 personas de julio a septiembre para acceder al sendero «Yoshida», el más popular hacia el volcán activo.
La prefectura aledaña de Shizuoka decidió por su parte cobrar la misma cantidad para subir por los otros tres caminos que llevan a la cumbre, que hasta ahora eran gratuito.
En 2024, 204.316 personas accedieron al monte Fuji, menos que los 221.322 de 2023, indicó el ministerio de Medioambiente.
«Ninguna otra montaña de Japón atrae a tanta gente en poco más de dos meses. Son necesarias algunas restricciones para garantizar la seguridad» de los visitantes, dijo a AFP Natsuko Sodeyama, una funcionaria de la región de Shizuoka.
El monte Fuji está cubierto de nieve gran parte del año, por lo cual el turismo se concentra durante el verano. Los senderistas escalan para asistir al amanecer desde la cima.
La montaña, que se distingue por su simetría, fue inmortalizada en numerosas obras de arte, entre ellas la estampa «La gran ola de Kanagawa», del pintor Hokusai.
En 2024 Japón registró un récord de turistas extranjeros, con 36,8 millones de visitantes, lo que suscita preocupación en cuanto a las consecuencias de la elevada frecuentación de algunos destinos, como la ciudad de Kioto.
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