Phoenix, Arizona.- Un incidente reciente ha suscitado preocupaciones sobre el uso de la fuerza por parte de la policía de Phoenix, al involucrar a un hombre afroamericano sordo que fue agredido durante su arresto.
La Unidad de Asuntos Internos del Departamento de Policía de Phoenix está llevando a cabo una investigación sobre el comportamiento de los oficiales en este caso.
Tyron Scott McAlpin, de 34 años, fue arrestado el 19 de agosto bajo la acusación de agredir a una persona. A pesar de que McAlpin se declaró inocente de los cargos de resistencia al arresto y agresión agravada, su abogado, Jesse Showalter, argumenta que su cliente fue víctima de un uso excesivo de la fuerza debido a su discapacidad.
Según el informe, la situación escaló cuando los oficiales Ben Harris y Kyle Sue llegaron al lugar tras un llamado al 911. En lugar de abordar la situación de manera verbal, los oficiales agredieron a McAlpin sin cuestionar su condición, lo que ocasionó que sufriera golpes y descargas eléctricas por parte de un taser. Showalter afirmó que su cliente nunca estuvo involucrado en la disputa que motivó la llamada de emergencia.
El jefe de policía interino de Phoenix, Michael G. Sullivan, ha reconocido la seriedad del incidente y afirmó que un video de la cámara corporal ha capturado toda la acción, sugiriendo que las imágenes son inquietantes, especialmente dado que posteriormente se reveló que McAlpin tenía discapacidades y padece parálisis cerebral. Sullivan expresó su compromiso hacia una agencia que busca la autoevaluación y rectificación, reafirmando que «es crucial examinar detenidamente los casos que cuestionan las acciones de nuestros oficiales».
La novia de McAlpin también llegó al lugar para informar a los oficiales sobre la discapacidad de su pareja, pero esta información no fue tenida en cuenta durante el arresto.
Este caso se suma a un informe del Departamento de Justicia que indica la existencia de fallas sistémicas en el Departamento de Policía de Phoenix, incluyendo acusaciones de discriminación racial y uso excesivo de la fuerza, en especial hacia comunidades de color y personas con discapacidades.
La alcaldesa de Phoenix, Kate Gallego, ha abogado por una investigación exhaustiva de este incidente, subrayando la importancia de fortalecer la confianza en la comunidad y garantizar la rendición de cuentas dentro del departamento.
