Durante mucho tiempo se le ha atribuido a los gatos su gran capacidad para cazar ratas, sin embargo, varias investigaciones han demostrado que estas mascotas son en realidad pésimos cazadores de roedores.
El medio The Conversation compartió una de esta investigaciones donde se afirma que aunque los gatos pueden llegar a interactuar con ratas, muchas veces esto no implica que estas últimas terminen muertas o devoradas.
Así lo asegura Gregory Glass, profesor de la Universidad de Florida, que ha estudiado, durante décadas, el comportamiento que tienen los felinos con roedores. «Se puede ver a muchos gatos y ratas acomodándose entre sí, pasando con cuidado unos entre otros, comiendo de la misma bolsa de basura», explicó aclarando que es más probable que ambas especies se ignoren o se eviten entre sí antes que entren en un conflicto o pelea.
«Una vez que la rata llega a la pubertad, es demasiado grande y desagradable para que el gato pueda lidiar con ella», complementó Glass.
Asimismo, el investigador Michael Parsons, de la Universidad de Fordham, afirma que los roedores tratan de mantenerse fuera del radar de estos potenciales enemigos y coincidir los menos posible con ellos si cohabitan.
«La gente ve menos ratas y asume que es porque los gatos las han matado, cuando en realidad se debe a que las ratas cambiaron su comportamiento», finaliza Parsons.
