Una insólita situación se registró en la ciudad San Juan de Lurigancho, en Perú, cuando una vecina que prestó su vivienda para velar a un hombre que había fallecido por tuberculosis, sin embargo, los familiares del difunto nunca regresaron por el cuerpo.
Además, según información de medios locales como la revista Caretas, los familiares dejaron una deuda impaga con la funeraria encargada del servicio.
“Tengo que estar con mascarilla, porque el señor ya está morado y tiene un olor fuerte. Pido una ayuda humanitaria”, manifestó la dueña de la casa al canal peruano ATV.
La afectada también denunció que los familiares del fallecido no habían cancelado la diferencia del servicio. «Vinieron al día siguiente y, al no encontrar a los familiares, dejaron el ataúd en el piso, cambiaron de féretro y se fueron», continuó diciendo, mostrando su indignación por la situación.
