Oklahoma.- En un giro inesperado, el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, decidió conmutar la sentencia de muerte de Tremane Wood, un recluso de 46 años que estaba a horas de recibir la inyección letal por su participación en un homicidio ocurrido en 2002. La medida fue anunciada el jueves, apenas momentos antes de la ejecución programada.
Wood fue condenado por el asesinato de Ronnie Wipf, un joven migrante de 19 años originario de Montana, apuñalado durante un intento de robo en un hotel de Oklahoma City en la madrugada del 1 de enero de 2002. Tras una votación dividida (3-2) de la Junta de Indultos y Libertad Condicional, el gobernador aceptó la recomendación de conmutar la pena capital por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
“Esta decisión garantiza que Tremane Wood recibirá un castigo severo y permanente, al igual que su hermano, quien también fue condenado por el mismo crimen”, expresó Stitt en un comunicado oficial. “Es una acción que protege a la sociedad y honra el proceso de revisión judicial”.
Este es apenas el segundo caso en el que Stitt concede clemencia desde que asumió el cargo hace casi siete años. El primero fue en 2021, cuando evitó la ejecución de Julius Jones, otro condenado a muerte. Durante su mandato, 16 personas han sido ejecutadas en el estado, mientras que otras cuatro solicitudes de clemencia fueron rechazadas.
La decisión ha generado reacciones diversas entre activistas, familiares de las víctimas y defensores de los derechos humanos, reavivando el debate sobre la pena de muerte en Oklahoma, uno de los estados con mayor número de ejecuciones en el país.



