Las autoridades del condado de Gallatin, Montana, han resuelto un caso de asesinato que ha permanecido sin resolver durante décadas. Danielle «Danni» Houchins, de 15 años, fue encontrada violada y asfixiada en 1996. Gracias a avances en la tecnología de ADN, la policía pudo identificar a Paul Hutchinson como el presunto culpable.
Sin embargo, la justicia no pudo ser servida de la manera tradicional. Apenas horas después de ser interrogado por la policía, Hutchinson se suicidó. Durante la entrevista, los detectives notaron un comportamiento inusual en Hutchinson, como nerviosismo extremo y sudoración profusa, lo que los llevó a sospechar de su involucramiento en el crimen.
La investigación se reabrió en los últimos años utilizando una técnica llamada genealogía genética. Esta técnica compara el ADN de la escena del crimen con bases de datos públicas de ADN para construir un árbol genealógico y así identificar posibles familiares del sospechoso. En este caso, el ADN de Hutchinson coincidió con el perfil genético encontrado en el cuerpo de Houchins.
Hutchinson, un ex empleado de la Oficina de Administración de Tierras de Montana, no tenía antecedentes penales y parecía llevar una vida normal. Las autoridades creen que el crimen fue un acto de oportunidad cometido por un individuo con tendencias violentas.
Aunque el caso ha sido resuelto desde el punto de vista forense, la familia de Houchins y la comunidad en general se han quedado sin la satisfacción de ver a Hutchinson enfrentar un juicio y ser condenado por sus crímenes.
