El huracán Ernesto se ha convertido este martes en un ciclón postropical tras debilitarse considerablemente en las últimas 24 horas, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC). A pesar de ya no ser un huracán, Ernesto sigue siendo un sistema peligroso, con vientos máximos sostenidos de 110 kilómetros por hora (90 millas), equivalentes a los de una tormenta tropical.
El NHC, con sede en Miami, indica que el ciclón postropical se encuentra a unos 675 kilómetros (420 millas) al este-noreste de Cape Race, en Terranova, y avanza rápidamente hacia el noreste a 59 kilómetros por hora (37 millas). Se anticipa que Ernesto se disipe completamente entre hoy y mañana, finalizando así su destructiva trayectoria por el Atlántico Norte.
A pesar de su disminución en intensidad, se advierte que Ernesto seguirá generando un fuerte oleaje en la costa noreste de Estados Unidos y en la costa atlántica de Canadá, manteniendo condiciones marítimas peligrosas en esas áreas.
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Durante su trayectoria, el huracán dejó importantes daños; en Puerto Rico causó graves inundaciones y apagones, y las Islas Bermudas también sufrieron estragos significativos por los vientos y lluvias.
En lo que va de la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comenzó el 1 de junio, Ernesto es el tercer ciclón en alcanzar la categoría de huracán. Hasta ahora, se han formado cinco tormentas tropicales: Alberto, Beryl, Chris, Debby y Ernesto. Beryl, Debby y Ernesto se transformaron en huracanes, destaciendo Beryl al alcanzar la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, dejando devastación en el Caribe y algunas áreas de Estados Unidos.
Las previsiones sugieren que esta temporada de huracanes en el Atlántico podría ser una de las más activas en décadas, con la posibilidad de que se formen hasta 25 tormentas tropicales, de las cuales 13 podrían convertirse en huracanes.
