Carolina del Norte.- Aunque el huracán Erin ha descendido a categoría 3, las autoridades meteorológicas advierten que continúa representando una amenaza significativa para las zonas costeras del Atlántico, especialmente en Carolina del Norte, donde se mantienen activas las alertas por tormenta tropical y marejada ciclónica.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, informó que el sistema se encuentra a unos 1,255 kilómetros al sur-sureste del Cabo Hatteras, desplazándose con vientos sostenidos de hasta 205 kilómetros por hora. A pesar de haber perdido fuerza desde su clasificación anterior como huracán categoría 4, los expertos señalan que Erin podría conservar su estatus de huracán mayor al menos hasta mediados de semana.
Según las proyecciones del NHC, el ciclón se moverá entre las Bermudas y la costa este de Estados Unidos en los próximos días, generando condiciones peligrosas en el mar. Se espera que el oleaje y las corrientes marinas afecten las playas de las Bahamas, la costa este estadounidense, Bermuda y el Atlántico canadiense, con riesgo para bañistas y embarcaciones.
En Carolina del Norte, se han emitido advertencias específicas para los bancos exteriores, donde se anticipan inundaciones costeras y vientos intensos desde la noche del miércoles. Como medida preventiva, se ordenaron evacuaciones en las islas de Ocracoke y Hatteras, hogar de aproximadamente 5,000 residentes.
Erin se originó como tormenta tropical cerca de Cabo Verde la semana pasada, dejando siete víctimas mortales en África antes de fortalecerse en el Atlántico. Su evolución se suma a una temporada activa que ya ha visto la formación de los ciclones Andrea, Barry, Chantal y Dexter. Chantal, el primero en impactar territorio estadounidense este año, provocó dos muertes en Carolina del Norte durante el mes de julio.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) mantiene su pronóstico de una temporada ciclónica más intensa de lo habitual, con entre 13 y 18 tormentas tropicales previstas, de las cuales hasta nueve podrían convertirse en huracanes.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales ante la evolución del fenómeno.