El hijo del presidente Joe Biden, Hunter, solicitó el jueves a la justicia federal que desestime casos en su contra por posesión ilegal de un arma y evasión de impuestos, citando un argumento legal planteado por Donald Trump en otra causa.
Hunter Biden, de 54 años, fue condenado en junio en Delaware por posesión ilegal de un arma en 2018, en un fallo histórico del primer juicio al hijo de un presidente en ejercicio.
También tiene cargos por evasión de impuestos en California, en un juicio previsto para septiembre.
Los abogados de Hunter solicitaron que los jueces de Delaware y California desestimen ambos cargos, citando un fallo de una juez de Florida el lunes en un caso que involucra al expresidente Donald Trump.
La juez Aileen Cannon anuló una causa penal contra Trump por mala gestión de documentos secretos cuando salió de la Casa Blanca en 2021, al considerar que el fiscal especial Jack Smith, responsable de presentar los cargos contra el expresidente, fue nombrado ilegalmente.
Los abogados de Hunter Biden estimaron que los dos cargos contra su cliente, que fueron presentados por un fiscal especial, deben ser desestimados por el mismo motivo establecido por la jueza Cannon.
«El Fiscal General se basó en la misma autoridad para nombrar al fiscal especial tanto en el caso de Trump y Biden, y los dos nombramientos deberían ser invalidados», dijo Abbe Lowell, uno de los abogados de Hunter.
«Diferentes acusados pero el mismo defecto constitucional», añadió.
Smith, el fiscal especial en el caso de Trump, apeló la decisión de la jueza Cannon.
Hunter fue declarado culpable en un tribunal de su ciudad natal Wilmington (Delaware) de los tres cargos que se le imputaron: dos por mentir en la documentación para adquirir el arma, un revólver calibre 38, y uno más por su posesión ilegal después de la compra.
El hijo del presidente, que ha hablado sin tapujos de su adicción al crack, sostiene que cuando compró el arma no se consideraba a sí mismo un adicto.
Hunter Biden ha estado durante mucho tiempo en la mira de los republicanos, que impulsaron una exhaustiva investigación dentro del Congreso señalándolo de corrupción y tráfico de influencias, aunque nunca se presentaron cargos en su contra por eso.
Sus negocios en China y Ucrania también sirvieron de base para que los republicanos intentaran abrir procesos de juicio político para destituir a su padre, pero esos esfuerzos no prosperaron.
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