Nashville, Tennessee.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que Skyler Philippi, de 24 años, se declaró culpable de intentar utilizar un arma de destrucción masiva para atacar una instalación eléctrica en Nashville, Tennessee.
Según las autoridades, Philippi había desarrollado durante meses un plan detallado para ejecutar un atentado contra la infraestructura energética de la ciudad. El acusado adquirió lo que creía eran explosivos, realizó vigilancia sobre su objetivo y preparó un dron con capacidad ofensiva para atacar una subestación eléctrica.
“Motivado por una ideología extremista, Philippi buscaba provocar un daño significativo. Sin embargo, gracias a la intervención del FBI, sus planes fueron frustrados”, declaró John A. Eisenberg, Fiscal General Adjunto de Seguridad Nacional. “La División de Seguridad Nacional y el FBI seguirán trabajando para proteger los activos críticos del país frente a amenazas internas”.
Las investigaciones revelan que Philippi compartió sus intenciones con varias fuentes confidenciales, incluyendo su deseo de perpetrar un tiroteo masivo en una instalación de la YMCA en Columbia. También expresó interés en atacar múltiples subestaciones interestatales, con el objetivo de generar fallos en cadena dentro del sistema eléctrico nacional.
Durante el desarrollo de su plan, Philippi estudió atentados previos contra instalaciones eléctricas y concluyó que el uso de armas de fuego no era suficiente. En su lugar, optó por emplear explosivos transportados por dron. En septiembre de 2024, realizó un reconocimiento junto a agentes encubiertos del FBI en una subestación previamente identificada como blanco del ataque.
Las autoridades informaron que el acusado ordenó materiales explosivos, incluyendo C-4 y pólvora negra, con la intención de fabricar bombas caseras. También discutió medidas de seguridad operativa, como el uso de disfraces, guantes, calzado alterado y la eliminación de evidencia tras el ataque.
En noviembre de 2024, Philippi participó en un ritual nórdico, en el que expresó su deseo de iniciar una “Nueva Era” con un acto que quedara “registrado en los anales de la historia”. Fue detenido ese mismo día por agentes federales, mientras se encontraba en la parte trasera de un vehículo con el dron encendido y un artefacto explosivo armado.
Philippi enfrenta cargos por intento de uso de arma de destrucción masiva e intento de destrucción de infraestructura energética. De ser condenado, podría recibir una sentencia máxima de cadena perpetua.
