Massachussets.- Jonathan Paluzzi, de 45 años, fue condenado a cinco a siete años de prisión en Massachusetts tras declararse culpable de dos cargos de crueldad animal y dos de intimidación de testigos.
Paluzzi administró fentanilo a su perro Brutus, un bull terrier mestizo, antes de apuñalarlo fatalmente en enero de este año.
El hombre intentó sacrificar al animal en un centro veterinario, pero se le negó el procedimiento porque el perro estaba sano.
En su estado de adicción al fentanilo, optó por matarlo él mismo utilizando puntas de parrilla.
El caso provocó conmoción, ya que Paluzzi era descrito por sus padres como profundamente unido a su mascota.
La fiscalía señaló que la condena representa el máximo castigo por crueldad animal bajo la legislación estatal.