Noland Arbaugh, el primer hombre paralizado en recibir el implante del chip fabricado por Neuralink, la compañía del magnate Elon Musk, comenzó a sufrir errores con el dispositivo.
De acuerdo con lo señalado la propia Neuralink, el experimento comenzó a presentar problemas poco tiempo después del implante. Cerca un mes después de la operación, aproximadamente el 85% de los electrodos dejaron de funcionar correctamente.
Por tanto, se registró una pérdida considerable en la precisión y capacidad del control que Arbaugh tenía sobre el sistema, y en consecuencia, dejó de poder utilizar la computadora efectivamente.
Según explicaron los expertos de la compañía, el fallo no vino desde la parte electrónica del implante, sino de la interacción con el cuerpo humano. Es decir, el tejido cerebral de Arbaugh no cicatrizó de la forma en que esperada, provocando movimiento en los cables implantados, explicaron en torno al caso.
Diversos medios han recalcado que a pesar de ello, Arbaugh decidió continuar con el experimento.
En medio de este panorama, Neuralink confirmó que no ha paralizado sus investigaciones y que sigue trabajando en mejoras para futuras pruebas.
