Grecia lucha este domingo por segundo día consecutivo contra los voraces incendios forestales que devastaron viviendas y obligaron a evacuar a la población, con la ayuda de bomberos checos y a la espera de un avión cisterna italiano.
Cinco incendios siguen activos este domingo en la zona del Peloponeso, al oeste de la capital Atenas, y en las islas de Eubea y Citera. Aviones y helicópteros reanudaron sus labores en varias zonas del país al amanecer.
«Hoy se espera un día difícil, con un riesgo muy alto de incendios en casi todo el territorio,» dijo el portavoz del cuerpo de bomberos, Vassilis Vathrakogiannis, pese a considerar que la situación estaba mejorando.
Los meteorólogos pronosticaron que los fuertes vientos que avivaron las llamas disminuirán este domingo en la mayoría de las zonas afectadas, pero advirtieron que la isla de Citera sigue enfrentando condiciones ventosas «preocupantes».
Se enviaron alertas de evacuación a los habitantes de la isla, situada frente al extremo sureste del Peloponeso, a primera hora del domingo, mientras el fuego seguía propagándose sin control.
«Se quemaron casas, colmenas y olivos», declaró Giorgos Komninos, alcalde adjunto de Citera, al medio local ERT News.
Según la televisión estatal, el foco seguía activo esta tarde, pero en frentes más pequeños.
Decenas de bomberos, apoyados por tres helicópteros y dos aviones, combatieron el incendio de Citera, que se desató el sábado por la mañana y obligó a la evacuación de una popular playa turística.
Las autoridades locales solicitaron la declaración del estado de emergencia para que los procedimientos de asistencia puedan comenzar de inmediato en la isla, que también se vio afectada por un importante incendio en 2017.
– Lucha «titánica» –

Once regiones de Grecia aún enfrentan un alto riesgo de incendio, según las autoridades.
Grecia solicitó ayuda a sus aliados de la UE y se espera la llegada de dos aviones italianos el domingo, según el cuerpo de bomberos, mientras que unidades de República Checa ya están trabajando en el lugar.
Los bomberos están desplegados en varias zonas del Peloponeso y se registraron varios incendios durante la noche en la isla de Eubea, cerca de Atenas, donde las llamas arrasaron importantes franjas de bosque y mataron a miles de animales de granja.
Operadores trabajaron desde el amanecer para reparar graves daños en la red eléctrica de la isla y algunos pueblos tenían problemas con el suministro de agua.
Más al sur, en Creta, se informó de que los incendios que se desataron el sábado por la tarde y destruyeron cuatro casas y una iglesia ahora estaban bajo control.
En Kryoneri, al norte de Atenas, la policía reforzó la seguridad en la zona ante los temores de que las casas abandonadas por el incendio desatado el sábado sean saqueadas.
«Estamos luchando aquí. ¿Qué podemos hacer?», dijo a AFP el sábado Kryoneri Giorgos, un vecino, usando una máscara para protegerse del humo.
«Cuando llegué las llamas ya estaban aquí arriba. Todo sucedió tan rápido,» dijo Alexandros Andonopoulos, otro residente, quien vino desde Atenas hasta al pueblo.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, escribió en redes sociales que cualquier persona que haya perdido bienes materiales «debería saber que el estado estará a su lado».
Aunque consideró que lo del sábado fue una «lucha titánica» contra las llamas, explicó que la situación «hoy parece mejor y la batalla continúa con todos los recursos disponibles».
Grecia sufre una ola de calor desde hace casi una semana, con temperaturas que superan los 40°C en muchas zonas, aunque se espera que el calor se atenúe a partir del lunes.
En junio, los incendios destruyeron 4.700 hectáreas en Quíos -la quinta isla más grande del país-, mientras que un incendio en Creta causó a principios de mes la evacuación de 5.000 personas.
Al igual que muchos países, Grecia está experimentando veranos cada vez más calurosos como consecuencia del cambio climático, que ha aumentado la duración, frecuencia e intensidad de los incendios forestales.
© Agence France-Presse