En un reciente estudio publicado en Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases, se ha descubierto que el consumo diario de fresas puede tener efectos positivos significativos en la agilidad mental y la salud cardiovascular de los adultos mayores. Este hallazgo surge en un contexto donde la protección de la salud cerebral se ha vuelto crucial debido al estrés y la sobrecarga de información diaria.
La investigación involucró a 35 adultos mayores sanos, con una edad promedio de 72 años. Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno consumió diariamente 26 gramos de polvo de fresas liofilizadas, equivalentes a dos tazas de fresas frescas, mientras que el otro recibió un placebo. Tras un período de cuatro semanas, los grupos intercambiaron sus roles.
Los científicos evaluaron diversas funciones cognitivas, como la velocidad de procesamiento mental, la memoria episódica y la atención, utilizando pruebas estandarizadas. También se midieron indicadores cardiovasculares, como la presión arterial, el perfil lipídico y la capacidad antioxidante en la sangre.
Los resultados revelaron que el grupo que consumió fresas experimentó una mejora notable en la velocidad de procesamiento de la información. Además, se observó una disminución promedio de 5 mmHg en su presión arterial sistólica, lo cual es significativo para la prevención de la hipertensión. Las fresas también demostraron potenciar las defensas antioxidantes del organismo, contribuyendo a combatir la inflamación y el envejecimiento celular.
Aunque no se consideran una solución milagrosa, las fresas se presentan como una opción sencilla y deliciosa para promover la salud cerebral y cardiovascular, especialmente en adultos mayores con problemas leves de presión arterial o disminución de la agilidad mental.