Familiares de los hermanos Lyle y Erik Menéndez se reunieron en el centro de Los Ángeles este miércoles para pedir que la Fiscalía de Los Ángeles revise nueva evidencia para que sean liberados tras pasar más de 30 años en prisión.
En la conferencia de prensa, los familiares plantearon que Lyle y Erik sufrieron horribles abusos sexuales a manos de su padre y que no representan una amenaza para la sociedad.
En la actividad estuvieron presentes Anamaria Baralt, la sobrina del padre de Erik y Lyle Menéndez; Joan Andersen VanderMolen, hermana de la madre de los hermanos; Brian A. Andersen Jr., sobrino de «Kitty» Menéndez; y los abogados de los hermanos.
“Si fueran las hermanas Menéndez, no estarían detenidas”, dijo Baralt, y después agregó: “Hemos evolucionado”.
“Si el caso fuera evaluado hoy, con el conocimiento que tenemos ahora sobre el abuso y el trastorno por estrés postraumático, no tengo dudas de que la sentencia hubiera sido diferente”, agregó la sobrina de José Menéndez.
La prima de los hermanos continuó expresando: “Aquí estamos unidos en la esperanza de que 34 años de pesadilla van a terminar y volveremos a reunirnos como familia”.
Joan Anderson VanderMolen, hermana de Kitty Menéndez, dijo ante la multitud que estaba nerviosa y llena de emociones. «Nunca pensé que este día llegaría”, dijo la mujer de 92 años.
«Eran sólo niños» que fueron «brutalizados de las formas más horribles», agregó la tía de los hermanos, argumentando que cuando fueron juzgados, «el mundo entero no estaba preparado para creer que los chicos podían ser violados o que los hombres jóvenes podían ser víctimas de violencia sexual».
“Ellos se han convertido en mejores hombres a pesar de todo lo que tuvieron que vivir”, finalizó VanderMolen.
Hace algunas semanas, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, celebró una conferencia de prensa en la que anunció que su oficina estaba reexaminando el caso. La oficina de Gascón dará a conocer las conclusiones y la decisión en una audiencia a fines de noviembre, se señala en el sitio de la BBC.
El mediático caso llegó nuevamente a los medios de comunicación gracias al drama sobre crímenes reales de Netflix, «Monsters: The Lyle and Erik Menéndez Story».
En 1993, los hermanos Lyle y Erik Menéndez fueron a juicio y admitieron haber disparado contra sus padres. Argumentaron que lo hicieron en defensa propia después de años de abuso emocional, físico y sexual por parte de su progenitor.
