Louisville, Tennessee.- Este lunes, un juez federal en Kentucky dictó una pena de prisión para Brett Hankinson, exagente policial vinculado al trágico fallecimiento de Breonna Taylor en 2020, durante una redada en su residencia. El caso, que sacudió a la sociedad estadounidense, marcó un punto de inflexión en la discusión nacional sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades.
Hankinson fue sentenciado a 33 meses de prisión y un año de libertad condicional tras ser declarado culpable de violar los derechos civiles de la joven. Durante el operativo, el exagente abrió fuego hacia el apartamento de Taylor, quien se encontraba en casa junto a su novio. El allanamiento, autorizado bajo una orden «sin llamada», permitió a los agentes ingresar sin previo aviso, lo que provocó una confusión mortal.
Pese a que otros dos exfuncionarios estuvieron involucrados en el procedimiento, hasta ahora solo Hankinson ha recibido una condena. Uno de los implicados, Kelly Goodlett, admitió haber conspirado para obtener una orden de allanamiento fraudulenta, y su juicio fue pospuesto hasta el próximo febrero.
La jueza del distrito, Rebecca Grady, descartó la recomendación del Departamento de Justicia que solicitaba una condena mínima de un día, considerando que el acusado había enfrentado presión psicológica tras años de litigios.
El Departamento de Justicia, en una investigación más amplia realizada bajo la administración de Joe Biden, reveló prácticas preocupantes dentro del Departamento de Policía de Louisville, incluyendo el uso excesivo de la fuerza, discriminación contra afroamericanos y personas con discapacidad, así como el abuso de órdenes de allanamiento sin previo aviso. A raíz del caso Taylor, este tipo de mandatos fue prohibido en la ciudad.
La muerte de Breonna Taylor, ocurrida el 13 de marzo de 2020, se convirtió en catalizador de manifestaciones masivas en todo el país, sumándose a la indignación generada por el asesinato de George Floyd dos meses después.