Tallahassee, Florida.- Kerontrez Lamar Kenon, exfuncionario de prisiones de 23 años y residente de Midway, Florida, fue sentenciado a un año de prisión y cinco años de libertad supervisada tras ser declarado culpable de abusar sexualmente de una reclusa hace dos años. La sentencia fue anunciada por el Fiscal Federal del Distrito Norte de Florida, John P. Heekin, informó el Departamento de Justicia.
Según registros judiciales, Kenon trabajaba en la Institución Correccional Federal (FCI) de Tallahassee durante junio y julio de 2023, momento en el que tenía a su cargo a una mujer encarcelada. La reclusa denunció que el funcionario tuvo una relación íntima con ella, además de suministrarle cigarrillos y comida en contra de las normas del penal. También creó una aplicación de pago para que otras reclusas compraran cigarrillos.
Cuando la denuncia fue presentada, Kenon ya no trabajaba en la cárcel. El fiscal Heekin afirmó que «el abuso de poder por parte de un funcionario de prisiones es intolerable» y que su oficina colaborará para investigar y castigar enérgicamente a quienes violen su juramento y abusen de los reclusos bajo su cuidado.
Compromiso de las autoridades contra el abuso en prisiones
Eric Fehlman, agente especial a cargo de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia en la región sudeste, resaltó que “ningún recluso debería sufrir abuso sexual ni maltrato por parte de quienes están responsables de su seguridad y custodia”. También sostuvo que la Oficina del Inspector General está comprometida en llevar a los responsables ante la justicia y buscar reparación para las víctimas.
Por su parte, Jason Carley, agente especial en jefe de la División de Jacksonville del FBI, expresó: “El FBI no descansará hasta hacer justicia para las víctimas, incluyendo a los reclusos víctimas de abusos en centros penitenciarios”. Agregó que «este caso es aún más grave al involucrar a alguien con autoridad», y que seguirán trabajando en coordinación con las fuerzas del orden para identificar y sancionar a quienes violen su juramento de proteger y servir.
La condena de Kenon fue resultado de una investigación conjunta de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia y el FBI, y fue procesada por la fiscal federal adjunta Meredith L. Steer.