En un giro sorprendente, una prueba de ADN ha permitido localizar a Andrea Michelle Reyes, una joven que fue secuestrada por su propia madre, Rosa Tenorio, en 1999, cuando apenas tenía 23 meses de edad.
El caso, que mantuvo en vilo a las autoridades durante más de dos décadas, finalmente ha sido resuelto gracias a la colaboración entre la empresa de genealogía forense Othram, el Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas de EE.UU., y el Departamento de Policía de New Haven.
Las investigaciones iniciales apuntaban a que Tenorio había trasladado a la pequeña Andrea, quien no estaba bajo su custodia legal, a la ciudad de Puebla, México. Esta hipótesis llevó a la emisión de una orden de captura contra Tenorio en 2009, pero la mujer nunca fue localizada. A pesar de los esfuerzos y la difusión de fotografías de cómo podría lucir Andrea a medida que crecía, el caso permaneció sin resolver durante años.
El padre de Andrea nunca se rindió y la buscó incansablemente. Incluso se realizaron viajes a México siguiendo pistas, pero todos los intentos resultaron infructuosos. Sin embargo, en 2023, el Departamento de Policía de New Haven decidió reabrir el caso, lo que llevó a un avance crucial. Una mujer que afirmaba ser Andrea Michelle Reyes se puso en contacto con el hombre que la buscaba.
Para confirmar la identidad de la joven, se realizó una prueba de ADN que comparó su perfil genético con el del padre. Los resultados fueron concluyentes: la mujer que se había presentado era, en efecto, la niña secuestrada en 1999. Andrea Michelle Reyes, ahora de 27 años, reside en México. Aunque se desconoce la naturaleza de su relación actual con su madre, este reencuentro marca el fin de una búsqueda de 25 años.
