San Salvador, El Salvador.- Durante una sesión plenaria celebrada el miércoles, el Congreso de El Salvador aprobó una reforma constitucional que suprime la deuda política, es decir, la asignación de recursos que el Estado otorga a los partidos políticos durante los procesos electorales. Esta decisión ha sido criticada por la oposición, que sostiene que constituye un intento del partido oficialista por consolidar su control sobre la política del país.
La oposición ha alertado que esta medida forma parte de una estrategia del gobierno para debilitar a los partidos más pequeños y mantener el dominio del partido en el poder. Este cambio en la Constitución es el segundo en un mes; en esta ocasión, el Congreso decidió eliminar el financiamiento público destinado a los partidos políticos, un asunto que genera un intenso debate y debería ser resuelto mediante un proceso democrático.
El argumento del gobierno a favor de la reforma se basa en la intención de ahorrar recursos públicos al eliminar el financiamiento a los partidos. No obstante, es relevante destacar que el partido oficialista recibió aproximadamente 27 millones de dólares en financiación pública durante las últimas elecciones.
Esta maniobra parece estar orientada a facilitar modificaciones en la Constitución de la República. La diputada Claudia Ortiz, del Partido Vamos, expresó que esta reforma «es una táctica más para concentrar poder y recursos, así como para reconfigurar la Carta Magna, que garantiza los derechos ciudadanos y limita la autoridad del Estado».
Cabe mencionar que esta iniciativa fue presentada al Congreso como parte de una solicitud del presidente derechista Nayib Bukele.