Greeneville, Tenn.- Brenda Freshour, empleada de Back Porch Antiques, vivió una experiencia aterradora el martes pasado cuando un oso se acercó a la tienda.
Freshour notó que el tráfico había disminuido frente al local y decidió salir a ver qué pasaba. Al abrir la puerta, se encontró con un animal peludo corriendo hacia ella. «Al principio pensé que era un perro, pero cuando se acercó me di cuenta de que era un oso», dijo Freshour. «Rápidamente cerré la puerta y traté de cerrar con llave».
Freshour era la única empleada en la tienda en ese momento y sabía lo importante que era evitar que el oso entrara. Después del encuentro, Freshour llamó a EJ Swatsell, dueño de Back Porch Antiques, para informarle sobre el incidente.
«Llegué al día siguiente», dijo Swatsell. «En realidad cerramos los miércoles, pero entré y revisé las cámaras de seguridad. Y ahí estaba». Tanto Swatsell como Freshour dijeron que temían por lo que podría pasar si el oso lograba entrar a la tienda.
«Pensé que si entraba, iba a destruir todo», dijo Freshour. «Si ese oso hubiera entrado, podría haber causado daños por un valor de 100.000 dólares o más», dijo Swatsell. Swatsell está agradecido por la rápida acción de Freshour, la cual impidió un desastre mayor.