El tiroteo que dejó un muerto y más de veinte heridos durante el desfile por la victoria en el Super Bowl del equipo de los Chiefs en Estados Unidos se originó tras una «disputa entre varias personas», dijo el jueves la jefa de la policía de Kansas City (Misuri, centro), Stacey Graves.
«No hay ningún nexo con terrorismo o extremismo local. Esto fue aparentemente una disputa entre varias personas que culminó con tiros», declaró en una conferencia de prensa Graves, quien confirmó que dos de los tres detenidos son «menores de edad».
Decenas de miles de personas festejaban al equipo de los Kansas City Chiefs, que desfiló en las calles de esta ciudad de Misuri tras su consagración el domingo en la final del fútbol americano, cuando se escucharon disparos cerca del estacionamiento de la estación de tren de Union Station.
Las autoridades contabilizaron en total una persona muerta y 22 heridas.
La radio local KKFI anunció en su página de Facebook que una de sus animadoras, Lisa Lopez, de 43 años e hija de mexicanos, murió durante el tiroteo.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió este jueves su «pésame a los padres de quien perdió la vida ayer en una balacera en Estados Unidos», en declaraciones en su conferencia de prensa diaria.
Los heridos tienen entre 8 y 47 años, y «al menos la mitad son menores de 16 años», dijo el jueves Ross Grundyson, jefe de bomberos, durante una conferencia de prensa horas después de la tragedia que tuvo lugar hacia el final del desfile.
Entre los niños heridos, también hay por lo menos «un hijo de mexicanos», según la canciller de ese país Alicia Bárcena.
– «Epidemia sin sentido» –
La policía lanzó un pedido para que testimonien aquellos que hayan «observado directamente los disparos, posean un video de los disparos o hayan sido víctima de los disparos y aún no se identificaron».
Se activó también una plataforma del FBI para recolectar los videos que puedan ayudar en la investigación.
Los tiroteos masivos son habituales en Estados Unidos, donde hay cerca de 400 millones de armas, más que personas.
El miércoles por la noche, el presidente Joe Biden volvió a pedir al Congreso que legisle para frenar la violencia por armas de fuego en el país.
Biden habló de una «tragedia» y dijo que rezaba «por los muertos y heridos hoy en Kansas City», pero también por Estados Unidos, para que «encuentre la determinación para poner fin a esta epidemia sin sentido».
Cerca de 49.000 personas murieron por disparos en 2021 en el país, contra 45.000 en 2020, que ya había sido un año récord. Esta cifra representa más de 130 muertes por día. Más de la mitad de ellas son suicidas.
El Congreso estadounidense no ha adoptado ninguna ley ambiciosa desde hace tiempo en esta materia, ya que varios legisladores están bajo la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
El alcalde de la ciudad, Quinton Lucas, presente en el desfile con su familia, dijo que su «primera reacción es de absoluto enojo».
«Se trata de un día muy esperado por mucha gente. Algo que recordarán toda su vida. Y el recuerdo no debería ser el de una amenaza de violencia armada», declaró.
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