El telescopio espacial Gaia, dedicado a la cartografía de la Vía Láctea, identificó dos grupos de estrellas primitivas en el centro de nuestra galaxia, que se encontraban allí cuando se estaba formando hace más de 12.000 millones de años, según un estudio aparecido el jueves.
Estas dos «corrientes de estrellas» con un movimiento de rotación ordenada, que contienen cada una la masa de 10 millones de soles, semeja a los «primeros bloques de construcción» del antiguo corazón de la Vía Láctea, ahí donde las primeras estrellas aparecieron antes de que la galaxia creciera y adquiriera la actual forma en espiral», dijo a la AFP Khyati Malhan del Instituto Max Planck de astrofísica en Alemania.
«Es la primera vez que logramos identificar fragmentos de esta protogalaxia», denominados Shakti y Shiva, nombres de los dioses hindúes «cuya unión dio origen al cosmos», dice el autor principal del estudio publicado en The Astrophysical Journal.
La sonda Gaia de la ESA (Agencia espacial europea), que opera a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra desde hace 10 años, suministró en 2022 un mapa en tercera dimensión de las posiciones y movimientos de más de 1.800 millones de estrellas.
Este mapa facilitó identificar una población de estrellas denominada «pobre viejo corazón» por su antigüedad relacionada con una débil metalicidad (indicador químico de la edad de una estrella) y su situación central.
Era una etapa importante para la arqueología galáctica, que trata de reconstituir las diferentes épocas de la historia de la Vía Láctea «así como los arqueólogos reconstruyen la historia de una ciudad», señala el Instituto Max Planck en un comunicado.
El modelo de la evolución de la Vía Láctea semeja «una vieja ciudad central rodeada de barrios más recientes», según el instituto.
Pero «más se retrocede en el tiempo y el espacio, más el cuadro de la historia galáctica se pone borroso», subraya Khyati Malhan.
Los astrónomos investigaron ese corazón arcaico identificado en 2022. Tomaron una muestra de 6 millones de estrellas, estudiaron su química y su posición recurriendo especialmente a la inteligencia artificial.
Y así localizaron dos «corrientes estelares», Shakti y Shiva, formadas hace entre 12.000 y 13.000 millones de años, en los primeros momentos de la Vía Láctea.
Y, sorpresa, sus estrellas tienen una metalicidad anormalmente elevada para una edad tan antigua. Lo que es el signo probable de que surgieron de una generación anterior de estrellas. Al morir, las últimas liberaron elementos químicos que «inocularon» el gas interestelar del que salieron las estrellas de Shakti y Shiva.
«Esclarecer la infancia de nuestra galaxia es una de las misiones de Gaia, y está lográndolo», se congratula Timo Prusti, responsable científico del proyecto en la ESA.
Aunque será difícil «hallar el embrión» original de la Vía Láctea, agregó Khyati Malhan.
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