Un equipo de científicos ha descubierto un antiguo brazo del río Nilo que proporcionaría la clave para explicar la ubicación de las pirámides egipcias. Esta vía fluvial extinta, ahora enterrada bajo el desierto del Sáhara, habría facilitado el transporte de materiales y trabajadores para la construcción de estos colosales monumentos.
Durante mucho tiempo, los expertos han sospechado que los antiguos egipcios utilizaban vías fluviales para la construcción de sus pirámides. Sin embargo, la falta de pruebas en el lado oeste del valle del Nilo impedía confirmar esta teoría.
Gracias a un análisis exhaustivo de imágenes satelitales, datos geofísicos y muestras del suelo, un equipo dirigido por la Dra. Eman Ghoneim, profesora de la Universidad de Carolina del Norte, ha logrado localizar un antiguo brazo del Nilo que se extendía a lo largo de 64 kilómetros y conectaba las principales pirámides de la región, incluyendo la Gran Pirámide de Guiza.
Ahramat: La vía fluvial de las pirámides
Los investigadores han bautizado a este brazo fluvial extinto como «Ahramat», que significa «pirámides» en árabe. Su proximidad a las pirámides, así como la presencia de calzadas que terminaban en sus orillas, sugieren que este río fue utilizado como medio de transporte durante la construcción de estos monumentos.
Los científicos creen que una intensa sequía y la acumulación de arena arrastrada por el viento hace unos 4.200 años provocaron la sedimentación del Ahramat y su posterior desplazamiento hacia el este, donde actualmente fluye el Nilo.
Este hallazgo proporciona una explicación convincente a la ubicación de las pirámides egipcias y pone de relieve la importancia del Nilo en su construcción. Las pirámides se concentraban a lo largo de este brazo fluvial porque facilitaba el acceso a los materiales y trabajadores necesarios para su edificación.