El Inter de Milán solo pudo empatar 1-1 en casa del Génova, este viernes en la 18ª jornada de la Serie A, en la que el campeón Nápoles prolongó su crisis con un 0-0 en casa ante el Monza.
Después de su último partido de 2023, un año en el que fue subcampeón de Europa, el Inter corta una racha de cuatro triunfos consecutivos en la liga italiana.
El club milanés sigue en cabeza de la Serie A (45 puntos), ahora con cinco de ventaja sobre la Juventus (2ª), que podría recortar esa distancia el sábado en su partido contra la Roma (6ª).
El partido de Génova, ante el decimotercero clasificado, se convirtió pronto en una trampa para el líder, una sensación aumentada por los decibelios de la hinchada local y el humo provocado por bengalas, que llegó incluso a hacer que el árbitro interrumpiera temporalmente el encuentro al cuarto de hora, durante unos ocho minutos.
Después de una primera media hora en la que el Génova se mostró sin complejos y dio más de un susto, el Inter abrió el marcador en el 42, cuando un tiro de Nicolo Barella fue desviado por el arquero local a su palo y el balón fue rebotado a los pies del austríaco Marko Arnautovic, que anotó a placer, firmando así su primer tanto de la temporada.
El Génova pudo reequilibrar el partido en último suspiro de la primera parte (45+7), con un remate de cabeza del rumano Radu Dragusin en un saque de esquina, que sorprendió a Yann Sommer.
En la segunda parte, los interistas tuvieron varias ocasiones claras y el Génova tuvo también acercamientos de peligro, más puntuales. Ninguno de los dos pudo hacer que el marcador volviera a moverse.
«Sabíamos qué tipo de partido nos íbamos a encontrar. El Génova está bien física y mentalmente», destacó el técnico del Inter, Simone Inzaghi.
«Queríamos ganar, pero en cualquier caso cerramos el año en un puesto óptimo», apuntó sobre la condición de líder de su equipo.
– Un campeón a la deriva –
También empató este viernes el Nápoles, aunque en su caso su situación es sensiblemente peor. Su 0-0 en casa ante el Monza supone la confirmación del momento complicado que atraviesa el club vigente campeón del ‘Calcio’.
Con 28 puntos, los napolitanos son apenas séptimos en la clasificación, muy descolgados de la pelea por el ‘Scudetto’, que en la temporada pasada conquistaron matemáticamente varias semanas antes del final del torneo. El Nápoles sigue a 17 puntos de la punta de la clasificación.
Sin sus atacantes Matteo Politano y Victor Osimhen, suspendidos después de su expulsión en el anterior partido liguero -derrota entonces ante la Roma-, los hombres de Walter Mazzarri estuvieron faltos de inspiración ofensiva.
En una primera mitad sin gran ritmo, el Nápoles tuvo en cualquier caso varias ocasiones claras, pero sin pólvora. El camerunés André Zambo Anguissa estrelló en el 40 el balón en el arquero visitante.
En la segunda parte, el Monza dispuso en el 65 de un penal a favor por una mano de Mario Rui en el área, pero Matteo Pessina erró el lanzamiento, detenido por Alex Meret.
Mazzarri no pudo controlar los nervios y la frustración. Por su actitud, el árbitro le expulsó en el minuto 82.
También fue expulsado en el descuento final el entrenador del Monza, Raffaelle Palladino (90+4).
Con el punto sumado en el estadio Diego Maradona, el Monza es undécimo, con 22 puntos.
– Fiorentina, en puesto de Champions –
Por su parte, la Fiorentina se puso provisionalmente cuarta, dentro de la ‘zona Champions’, al ganar 1-0 en casa al Torino (10º), con un gol de Luca Ranieri en el 83.
En el otro partido jugado este viernes, la Lazio (8ª) remontó a tiempo (3-1) ante el Frosinone (14º), que se había adelantado en el 58 con un tanto de penal del argentino Matías Soulé.
Otro argentino, Taty Castellanos, igualó el partido en el 70 para la Lazio, que selló su victoria a continuación, con las dianas del danés Gustav Isaksen (72) y del español Patric Gabarrón (84).
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