Texas, Estados Unidos.- Moisés Sandoval Mendoza, un hombre hispano de 41 años, fue ejecutado mediante inyección letal en Huntsville, el pasado miércoles. La pena capital se aplicó por el secuestro, estrangulamiento y agresión sexual de Rachelle O’Neil Tolleson, una joven de 20 años. Tras asesinarla, Sandoval Mendoza quemó el cuerpo de la víctima, según informaron medios locales.
Los terribles hechos se remontan al año 2004. Sandoval Mendoza estranguló a Tolleson y luego trasladó su cuerpo a un campo desolado, donde la agredió sexualmente. Posteriormente, la estranguló nuevamente y le infligió una herida fatal en la garganta con un cuchillo para asegurar su muerte.
Inicialmente, el cuerpo sin vida de la joven fue abandonado en un campo. Sin embargo, tras ser interrogado por la policía, Sandoval Mendoza decidió mover el cadáver a un lugar más distante, dejándolo en el lecho de un arroyo. En un intento por ocultar sus atroces actos, prendió fuego al cuerpo, apilando vegetación sobre él. A pesar de sus esfuerzos, los restos humanos fueron descubiertos pocos días después.
Durante casi dos décadas, Sandoval Mendoza agotó todas las vías legales para evitar la pena máxima. No obstante, horas antes de su ejecución, la Corte Suprema de Estados Unidos denegó su última apelación. En el momento de su ejecución, estuvieron presentes su esposa, una hermana y dos amigos. En sus últimas palabras, Sandoval Mendoza expresó su arrepentimiento, declarando: «Lamento haberle robado la vida a Rachelle. Sé que nada de lo que pueda decir o hacer podría compensarlo».