Carey Dale Grayson, condenado por el brutal asesinato de Vickie Deblieux en 1994, fue ejecutado el jueves en Alabama utilizando gas nitrógeno, convirtiéndose así en el tercer recluso en Estados Unidos en morir por este método.
Grayson, de 50 años, fue uno de los cuatro jóvenes involucrados en el asesinato de Deblieux, una mujer de 37 años que hacía autostop. Los jóvenes atacaron brutalmente a la víctima, la arrojaron por un acantilado y luego mutilaron su cuerpo.
La ejecución de Grayson ha reavivado el debate sobre la pena de muerte y los métodos utilizados para llevarla a cabo. El gas nitrógeno, introducido en Alabama en enero de 2024, ha sido objeto de críticas por parte de defensores de los derechos humanos y expertos legales, quienes cuestionan su constitucionalidad y plantean dudas sobre si causa un sufrimiento innecesario al condenado.
Abogados de Grayson argumentaron que, dado que este es un método de ejecución nuevo en Estados Unidos, se requiere un mayor escrutinio judicial para garantizar que cumple con los estándares constitucionales. Además, expertos de la ONU han expresado su preocupación por este tipo de ejecuciones, señalando que la prohibición de la tortura y los tratos crueles es absoluta.
Testigos de la primera ejecución con gas nitrógeno en Alabama reportaron que el condenado sufrió y se agitó violentamente durante varios minutos antes de morir, lo que ha generado dudas sobre si este método es realmente indoloro.
La muerte de Vickie Deblieux conmocionó al país en 1994. Su cuerpo mutilado fue encontrado en el fondo de un acantilado, y los jóvenes fueron identificados como sospechosos gracias a la confesión de uno de ellos, quien mostró a un amigo un dedo cortado de la víctima.
La ejecución de Grayson ha reabierto el debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos y ha puesto de manifiesto la complejidad de los temas relacionados con la justicia penal y los derechos humanos.
