La Casa Blanca anunció el lunes que responderá de manera «consecuente» al ataque con drones contra una base estadounidense en Jordania en el que murieron tres soldados, después de que el presidente Joe Biden culpara a grupos de militantes armados respaldados por Irán.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, declaró este lunes a la cadena CNN que Biden garantizó que «responderá» al ataque del domingo «de una manera muy consecuente».
Aunque las bajas han hecho temer una escalada del conflicto, Kirby sostuvo que Washington no está interesado en una extensión bélica en la región: «No buscamos una guerra con Irán. No buscamos un conflicto más amplio en Oriente Medio», subrayó.
– Versiones cruzadas –
Irán deslindó responsabilidades con el ataque y negó las acusaciones estadounidenses y británicas de que apoyaba a los grupos militantes responsables del incidente en la remota base fronteriza en el noreste de Jordania, cerca de las fronteras con Irak y Siria.
Es la primera vez que mueren soldados estadounidenses en un ataque desde que comenzó el conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza, el 7 de octubre.
Si bien Estados Unidos todavía está reuniendo pruebas y evaluando los hechos, Biden dijo el domingo: «Sabemos que fue llevado a cabo por grupos combatientes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Irak». Además, prometió hacer que «todos los responsables rindan cuentas cuando y como creamos conveniente».
En ese sentido, Kirby no quiso especular sobre las opciones que Biden considera, ni siquiera si se barajan objetivos dentro de Irán.
Resaltó que se quiere dejar en claro que el ataque, parte de una serie cada vez más peligrosos en las últimas semanas atribuidos a militantes respaldados por Irán en la región, es «inaceptable».
El ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, también culpó a «milicias alineadas con Irán» y pidió a Teherán que «reduzca la tensión en la región».
Irán negó cualquier vínculo con el ataque y el portavoz del Ministerio de Exteriores, Naser Kanaani, describió las acusaciones como «infundadas».
«La República Islámica de Irán no ve con buenos ojos la expansión del conflicto en la región», expresó Kanaani en un comunicado el domingo, añadiendo que Teherán «no está involucrado en las decisiones de los grupos de resistencia».
En momentos en que la región afronta seria tensión mientras se intensifican las acciones militares en Gaza, el ataque también genera temores de inflamar un conflicto que involucra directamente a Teherán.
Hasta ahora nadie se ha atribuido la responsabilidad del ataque, aunque el domingo la denominada Resistencia Islámica en Irak afirmó haber lanzado tres ataques con drones contra bases en Siria, incluso cerca de la frontera con Jordania.
Ese grupo –una alianza de grupos armados vinculados a Irán que reclama la salida de Estados Unidos de Irak y rechaza su apoyo a Israel en el conflicto de Gaza – reinvindicó docenas de ataques contra fuerzas estadounidenses y de la coalición antiyihadista en Irak.
– «Explosión regional» –
El Comando Central militar estadounidense en Oriente Medio (Centcom) informó el domingo que el ataque tuvo como objetivo una base de apoyo logístico situada en la Torre 22, en el noreste de Jordania, y dejó al menos 34 heridos, ocho de los cuales tuvieron que ser evacuados del país.
En esa base hay unos 350 efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea estadounidenses que llevan a cabo «una serie de funciones clave de apoyo», entre otras, para la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico, precisó.
Por su parte, el portavoz del gobierno jordano, Muhanad Mubaidin, fustigó «el ataque terrorista que tuvo como objetivo una posición avanzada en la frontera con Siria», golpeando a las tropas estadounidenses «que cooperan con Jordania para hacer frente al terrorismo y asegurar la frontera».
Los gobiernos de Bahréin y Egipto también condenaron el ataque.
En su cuenta de Telegram, la Resistencia Islámica en Irak, reivindicó los «ataques perpetrados el domingo al amanecer con drones» contra tres bases en territorio sirio, entre ellas las de Al Tanf y Rukban, muy cercanas entre sí.
El portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, advirtió que la muerte de los soldados «es un mensaje para el gobierno estadounidense, de que a menos que el asesinato de inocentes en Gaza se detenga, podría enfrentarse a toda la nación» musulmana.
«La continuación de la agresión estadounidense-sionista en Gaza podría causar una explosión regional», añadió.
Estados Unidos y sus aliados en Irak y Siria fueron blanco de más de 150 ataques desde mediados de octubre, según el Pentágono. Se trata de una repercusión directa del conflicto en Gaza entre Hamás e Israel, aliado tradicional de Washington.
Varios de estos ataques contra fuerzas estadounidenses fueron reivindicados por la Resistencia Islámica en Irak.
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