Fuerzas estadounidenses mataron a 14 presuntos narcotraficantes en ataques contra cuatro lanchas en el océano Pacífico, dijo el martes el jefe del Pentágono, lo que eleva a por lo menos 57 el número de muertos en la campaña antinarcóticos de Washington.
El gobierno de Donald Trump comenzó a principios de septiembre su ofensiva en el Caribe contra embarcaciones presuntamente cargadas de drogas procedentes de Venezuela. Los ataques, en los cuales ya destruyó al menos 14 embarcaciones, se ampliaron luego al Pacífico, donde operan carteles colombianos y mexicanos.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, dijo en X que «un total de 14 narco-terroristas fueron eliminados» y uno sobrevivió en tres ataques realizados el lunes en aguas internacionales.
«Nuestros servicios de inteligencia conocían las cuatro embarcaciones, que transitaban por rutas conocidas del narcotráfico y transportaban narcóticos», añadió.
La publicación del jefe del Pentágono incluye un video de los ataques, el primero de los cuales tuvo como objetivo dos embarcaciones que parecían estar amarradas juntas, y los otros dos contra embarcaciones que navegaban a toda velocidad en mar abierto.
Hegseth afirmó que el Comando Sur de Estados Unidos (SouthCom) inició «inmediatamente» la búsqueda del único sobreviviente de los ataques.
Las autoridades mexicanas «aceptaron el caso y asumieron la responsabilidad de coordinar el rescate», precisó.
La Marina de México confirmó que efectuaba una operación de búsqueda y rescate marítimo se realiza a más de 400 millas náuticas (830 km) al suroeste del puerto mexicano de Acapulco.
– «Los cazaremos» –
El jefe del Pentágono afirmó que los ataques del lunes fueron contra «organizaciones terroristas» que trafican narcóticos en el Pacífico Oriental.
«Estos narcoterroristas han matado a más estadounidenses que Al Qaida y recibirán el mismo trato (…) Los cazaremos y los eliminaremos», prometió Hegseth.
Pero Washington aún no proporcionó pruebas de que sus objetivos estuvieran traficando drogas, y los expertos dicen que los ataques son ilegales incluso si apuntan contra traficantes conocidos.
Estados Unidos dispuso un importante aumento de sus fuerzas militares en Latinoamérica con el objetivo declarado de combatir el narcotráfico.
Desplegó buques de guerra de la Marina, así como aviones de combate furtivos F-35, y envió al grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford.
Varios activos debieron trasladarse ante la amenaza del huracán Melissa que está atravesando la región, pero el SouthCom aseguró que las fuerzas estadounidenses permanecen «capaces de cumplir con sus misiones asignadas».
Un par de bombarderos B-1B sobrevolaron el mar Caribe frente a Venezuela el lunes. Estos vuelos ocurren después de que otro bombardero B-1B volara cerca de la costa venezolana la semana pasada, y otros B-52 lo hicieran la semana anterior.
Las tensiones regionales han aumentado como resultado de los ataques y el despliegue de fuerzas.
Venezuela acusa a Estados Unidos de conspirar para derrocar al presidente Nicolás Maduro. Según Caracas, el gobierno de Trump busca «fabricar un conflicto» para justificar una invasión.
En tanto, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa, un firme aliado de Estados Unidos, dijo el martes que su país podría albergar una base militar extranjera en las Islas Galápagos que podría ser utilizada para combatir el tráfico de drogas y combustible, así como la pesca ilegal.
Noboa no especificó qué país podría establecer la base en Ecuador, un importante centro de tráfico de cocaína, pero ha hablado de «varios países», incluido Estados Unidos.
© Agence France-Presse



