Katie Ledecky y Caeleb Dressel encabezarán el intento de Estados Unidos de conservar su supremacía en la piscina olímpica en los Juegos de París, donde Australia es su principal amenaza y el escándalo de dopaje chino un tenso telón de fondo.
El poderoso ‘Team USA’, histórico dominador de este deporte, viene de terminar en cabeza de los Juegos de Tokio-2020 con un total de 30 medallas, 11 de ellas doradas, por delante de Australia (20 y 9).
Estados Unidos está instalado en lo más alto del medallero desde su última derrota de Seúl-1988, pero Australia les sorprendió al adjudicarse más coronas en el Mundial de 2023.
Ambas potencias librarán ahora el gran pulso durante las nueve jornadas de la natación en La Défense Arena de Nanterre (afueras de París), sede del equipo de rugby Racing 92 y el mayor estadio cubierto de Europa, que se habilitó para recibir a unos 15.000 espectadores.
– Ledecky contra Titmus y McIntosh –
Retirado el gigante Michael Phelps, Katie Ledecky es la figura más emblemática presente en París con sus siete medallas doradas y todavía sigue siendo la mujer a batir en los 800 y los 1.500 metros libres.
A sus 27 años, la estadounidense se ve con tiempo de llegar a la próxima cita en casa de Los Ángeles-2028, pero antes tiene la opción de erigirse en París como la nadadora olímpica más laureada, si supera los ocho oros de su compatriota Jenny Thompson.
Su áurea de imbatibilidad, sin embargo, ya se comenzó a resquebrajarse unos años atrás en los 400 m libres.
Esa prueba, plato fuerte de la primera jornada del sábado, deparará uno de los duelos más esperados de estos Juegos, a tres bandas, entre Ledecky y sus jóvenes rivales Ariarne Titmus y Summer McIntosh.
La australiana Titmus, que destronó a Ledecky en una electrizante final de Tokio-2020, comparece como ligera favorita al ostentar también la plusmarca mundial.
Ninguna de las dos podrá tampoco fiarse de la canadiense McIntosh, quien ya asombró al mundo del deporte al batir el récord de este prueba en 2023 cuando apenas tenía 16 años.
– Marchand, la esperanza local –
El foco apuntará también a Léon Marchand, uno de los héroes que Francia espera en los Juegos parisinos.
El nadador de Toulouse, cinco veces campeón mundial, quiere dar un gran golpe en los 200 m estilos, los 200 m mariposa y los 400 m estilos, la distancia en la que en 2023 pulverizó el récord mundial de Michael Phelps que perduró durante 15 años.
Los 100 m libres, considerada la carrera reina de este deporte, promete emociones fuertes con el choque entre dos joyas emergentes de 19 años: David Popovici y Pan Zhanle.
El rumano Popovici, doble campeón mundial en 2022 en Budapest, rompió ese año el récord mundial del brasileño César Cielo pero el pasado febrero vio cómo Pan Zhanle rebajaba la marca hasta los 46.80s.
Todos ellos sueñan con un protagonismo como el que se ganó en Tokio el estadounidense Caeleb Dressel, dueño de cinco oros de esa cita.
Batallando contra la pesada etiqueta de «nuevo Michael Phelps», Dressel puso después su carrera en suspenso en varias ocasiones para resguardar su salud mental.
A sus 27 años está de vuelta en París para defender sus oros de los 50 m libres y los 100 m mariposa si bien no logró boleto para hacer lo mismo en los 100 m libres.
– La sombra del dopaje –
Otro veterano de las piscinas, Adam Peaty, quiere ser el primero en ganar la misma prueba en tres Juegos consecutivos también desde Phelps.
El británico buscará esa hazaña en los 100 m braza, donde le espera el chino Qin Haiyang, quien acaparó triunfos en las tres pruebas de este estilo del Mundial de 2023.
Qin es uno de los nombres más destacados del grupo de 23 nadadores chinos que dieron positivo en 2021 por trimetazidina (TMZ), un medicamento prohibido, en una polémica que no salió a la luz hasta este año y que planea con fuerza sobre la competencia de París.
Estos deportistas, algunos de los cuales ganaron medallas meses después en Tokio, no fueron sancionados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que aceptó las explicaciones chinas de que los resultados fueron producto de contaminación alimentaria durante una concentración.
Once de esos nadadores estarán presentes en París, donde figuras como Dressel y Ledecky han alertado de que no confían en la limpieza de la competición.
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