Washington, DC.-El presidente de Estados Unidos Donald Trump tiene programado visitar este martes un nuevo centro de detención de inmigrantes en los Everglades de Florida, en un acto que resalta su postura contundente respecto a la política fronteriza, a pesar de las preocupaciones tanto humanitarias como medioambientales.
La visita fue confirmada el lunes por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien aseguró a la prensa que el centro estaría listo para la reunión: “Cuando el presidente venga mañana, va a poder ver”, afirmó DeSantis. Además, mencionó que mantuvo una conversación con Trump durante el fin de semana y que el sitio cuenta con la aprobación del Departamento de Seguridad Nacional.
Durante una rueda de prensa en Wildwood, el gobernador explicó que el centro se utilizará para trasladar a las personas detenidas, indicando que una vez allí, estas no podrán salir, dado que la ubicación carece de civilización cercana y la seguridad será máxima: “Lo que sucederá es que llevarán a la gente allí. No podrán ir a ninguna parte una vez que estén allí, a menos que sean llevados, porque no hay civilización cerca, así que la seguridad es increíble”.
El proyecto ha generado protestas por su posible impacto en el frágil ecosistema de la zona, además de críticas por parte de defensores de derechos humanos y líderes nativos americanos, quienes catalogan la construcción como una medida cruel y consideran que la tierra es sagrada.
El centro de detención se está construyendo en una pista de aterrizaje aislada a aproximadamente 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Miami, en una zona rodeada de pantanos que albergan mosquitos, pitones y caimanes. La instalación podría alojar hasta 5,000 detenidos, según las estimaciones.
El fiscal general de Florida, James Uthmeier, afirmó en una entrevista que no hay alternativas para quienes sean trasladados allí: “Realmente no hay a dónde ir. Si estás alojado allí, si estás detenido allí, no hay forma de entrar, ni de salir”. La instalación ha sido apodada como “Alcatraz con caimanes”, un término popularizado por la administración Trump, que también difundió en redes sociales imágenes de caimanes con sombreros que llevan el acrónimo de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Aunque la mayoría de la construcción está siendo liderada por funcionarios estatales de Florida, gran parte de los costos están siendo financiados por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), conocida principalmente por responder a desastres naturales como huracanes.