Nashville-Tennessee.- Cada 6 de enero, la comunidad Mexicana y muchas otras en América Latina celebran el Día de Reyes, una festividad cargada de simbolismo que honra la visita de los tres Reyes Magos al Niño Jesús. En esta fecha, la tradición de partir la Rosca de Reyes se convierte en el centro de la celebración, reuniendo a familias y amigos alrededor de la mesa.
La Rosca, de forma ovalada y decorada con frutas cristalizadas que simbolizan las joyas de las coronas de los Reyes Magos, contiene una sorpresa especial: pequeñas figuras de plástico que representan al Niño Jesús. Durante el corte, cada participante espera descubrir si encontrará al “niño” en su porción.
Según la tradición mexicana, la persona que encuentra al niño tiene la responsabilidad de organizar una nueva reunión el 2 de febrero, Día de la Candelaria. En esta ocasión, suele compartir tamales y atole con los presentes, extendiendo así la festividad y fortaleciendo los lazos comunitarios.
El Día de Reyes no solo es una oportunidad para disfrutar de la gastronomía y el folclor, sino también un recordatorio de los valores de unidad, generosidad y esperanza que esta tradición transmite de generación en generación.
